El viernes fui a votar.
Me iba a encontrar con AnaP y Nico quienes venían del doc, pero llegaron antes y estaban formados como quince personas delante mío. Me hubiera colado, pero sentí la mirada retadora de las nonagenarias a cargo de la casilla quien sin dudarlo, utilizarían sus transparentes manos para descarrilar mi existencia.
Preferí formarme al final de la cola, detrás de una mujer usando cubrebocas, una blusa manchada con el sudor de muchas puestas y quien se rascaba la cabeza con enjundia, sus dedos perforando su craneo en aparente búsqueda de petroleo tejano. Detrás mío se formó una pareja de venezolanos llegados directo de Miami Vice circa 1986. Ella venía vestida de pe a pa con un jumper Gucci que le apretaba secciones corporales que ya no puedo des-ver. Sus aretes enormes con un dije de tucán o de guacamaya, los cubría con su pelo dorado y esponjado. Sus tacones suplicaban irse de la casilla directo al KFC a devorarse una cubeta entera de piernas de pollo preparadas con la salsa especial del coronel Sanders. El, él estaba demasiado bien peinado. Mis dotes de Sherlock me condujeron a descubrir que el próximo lunes cumplirían cuarenta años de casados… ¿Y cuantos cumpliremos mi amor? Cuarenta, mi amor, ¿Cuarenta mi amor?, Sí, cuarenta mi amor, No puedo creer, Cuarenta, Sí mi amor, Cuarenta, Wow mi amor, Cuarenta.
A todos les vi cara de gente que ni de broma votarían por el hombre naranja.
Desde que votamos acá por primera vez hace años, las mujeres que trabajan en la casilla son las mismas, nonagenarias sonrientes dispuestas a ayudar hasta el momento en que a algún morón, quien no ha visto los miles de avisos colgados, se le ocurre sacar su celular, momento en el que es cuando estas adorables viejitas se transforman en Mister Hyde.
Hablando de transformaciones, en la Universidad de Chicago (esa donde estornudas y se acatarra un Premio Nobel) ofrecen una clase acerca de ‘Hombres Lobo’. Es en serio. La pregunta que se hace el profesor, un chavo quien está en el séptimo año de su tesis doctoral y quien se considera un licantropólogo amateur con cara de que no puede creer que la universidad le haya comprado el tema de su tesis, es ¿en dónde termina el hombre y empieza el animal? O viceversa, supongo. Tema importante en estas votaciones.
Habiendo votado, nos fuimos al concierto de Billy Joel y Sting. Pensé que llegaríamos tarde porque la del Uber se equivocó a pesar de que me aseguró que vivía en la zona, Y de que seguía el GoogleMaps. En el concierto, la presencia de Nico y Hanna bajó dramáticamente el promedio de edad del público, estadística ratificada cuando por el altavoz se nos avisó que solo se permitían meter pañales en las bolsas de plástico transparentes -las únicas bolsas permitidas para entrar al estadio- sin que adentro hubiera ni bebés ni personas en edad reproductiva. Mejor prevenir, pensé al ver la edad del respetable, sobre todo que para llegar a los baños había que caminarle y un accidente entre tanta brincada no sería bien recibido. De los músicos, Billy se ve cascadón, camina chueco, le cuesta trabajo levantarse del piano. Sting, en cambio, está tronado. Cerrando los ojos, sus voces me transportan a mil novecientos ochenta y lo que sea. “Canto” todas las rolas a voz en cuello. Los de atrás nuestro, un par de parejas, ellos de blazer azul, pantalón kaki, zapatos mocasines y con cara de que preferirían estar viendo la NFL, no solo no cantan, tampoco se levantan. Al verme “cantar”, sus ojos me queman la espalda, pero no sé si es porque se dan cuenta de que no me sé la letra completa de ninguna canción, y de que solo grito Everything little thing she does is magic, que lo demás es un lalalala inteligible, pero ruidoso. Chance.
A esos de blazer en concierto de rock los veo con cara de querer regresar el mundo al tiempo que nunca existió, de votar por los insultos, mente limitada, frases hirientes, ideas retrogradas del esperpento naranja.
Leyendo: The Sense of an Ending, Julian Barnes - Buenérrimo. Como dicen, no hay desperdicio.
Viendo: Dodger Blue!! The Teacher’s Lounge (Das Lehrerzimmer). Trap (M. Night Shyamalan) - No desperdicien su tiempo con esta última.
Escuchando: The Police / Sting. Obvio
Hasta el next' martes!
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