El maldito texto de David dejó abierto el nefasto portal para perderse en uno de esos eternos debates. “Muy posiblemente, una de las cinco mejores canciones de rock de todos los tiempos” nos afirmó de ‘Babe I’m Gonna Leave You’ de Led Zeppelin. Que alguien asevere algo así nomás acelera mi búsqueda de argumentos que, reconozco, resultarán bizantinos para rebatir tal afirmación.
Para empezar, y entiendo que es un sacrilegio, pero Zeppelin no me encanta. Lo siento. Sí, sí, ok, innovadores, parteaguas, la manga del muerto… Yay, felicidades. Pero a mí no me cuajan. Sorry.
Vamos, pensé, de listar mis top five, ni siquiera pondría esa canción. Stairway, obvio, chance Going to California, pero ¿top 5? Me bota luego luego ‘Take me to the River’, Talking Heads, versión en vivo, la de Stop Making Sense, no la original. Claro que alguien seguro saltará, Eso no es rock, chillarán, y entraríamos en uno de esas dialécticas eternas de que constituye rock, que no. Callejón obscuro.
Sigo explorando las canciones que serían mi top five… cinco.. muy pocas, mejor diez. Da igual. Tengo la cabeza cerrada, explotando con las canciones que listaría. Replanteo Talking Heads. Ok, sí entran, pero ¿hasta arriba? Se cuelan canciones que ni vela en el entierro, pero que no me las puedo quitar por algún rol que jugaron en mi vida. Jump, de Van Halen, por ejemplo, que vamos, ni siquiera entraría en mi top cien, pero que allí permanece, necia. Bowie, por el amor de dios, Life on Mars, tiene que estar allí. Hotel California, claro. Pero, ¿puedo excluir Snow (Hey Oh)? ¿Matador? ¿’What’s the Frequency, Kenneth?’ de REM? ¿Y si de repente me acuerdo de otra y mi lista ya esta cerrada? No… no. No me hagan escoger, no ahorita cuando tengo mi lista de pendientes diarios por cumplir.