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  • Writer's pictureMiguel Esteva Wurts

libertad bajo AK47


A partir de ayer, primero de septiembre, podemos acá en Tejas cargar una pistola a todas partes sin permiso ni nada. ¡Yay! Confieso mi ignorancia del tema cuando digo ‘pistola’, porque en realidad me refiero a cualquier tipo de arma de fuego ya que acá en Tejas nos gusta ir a lo grande. Limitar ‘libertades’ no es tejano. Claro, a menos de que seas mujer en cuyo caso, “tu cuerpo es mi cuerpo”, pero esa, esa es otra flamante Ley nueva.


Lo único que se necesita para portar tu propia bazuca es haber cumplido 21 años, no tener antecedentes penales, y venga pa’ ca’ mi AK47 para cuando vamos al picnic, esperemos en el AutoMac, pero sobretodo para cuando vamos a visitar a la suegra, no vaya a ser que se nos ponga remilgosa. Ni quien nos pueda decir pio cuando caminemos al Starbucks, bandolera cargada con una Smith&Wesson y balas calibre .45 tipo Rambo, por nuestro latte. Ay del escuincle que se atreva a ganarle a mi Gusano en el tenis, el reflejo de mí Barreta le nublara su visión.


Esta ‘Libertad bajo Uzi’ pinta atractiva. Dará confianza encontrarse al bofo talibán gringo de la esquina, gorra de los Vaqueros, shorts bombachos de camuflaje, cruz dorada colgando encima de una camiseta sin mangas y con un dibujo de un águila con mirada encabronada frente a la bandera de las barras y las estrellas, y entre embarradas de catsup, un lema patriota que diga “proud and armed” escrito en letras itálicas tipo Constitución gringa, así como para brindarle dignidad al luk’. Saldrá, nuestro talibán local, de su troca de doce “que arda la tierra” cilindros, llantas anchas, banderas de calavera, chupando sus Miller Lites, y leerás, cuando respires tus últimos tragos del monóxido de carbono que expele su vehiculo porque estacionaste tu bici a su lado, el tatuaje escrito entre los pliegos y los pelos de su espalda desnuda el Bíblico pasaje del versículo 25:17 del libro de Ezequiel, ese que cita Jules Winnfield interpretado por Samuel L. Jackson en Pulp Fiction antes de impartir justicia a balazos:



“And I will strike down upon thee

With great vengeance and furious anger

Those who attempt to poison and destroy my brothers

And you will know my name is the Lord

When I lay my vengeance upon thee.”



Y sabrás que estás en camino a Gilead, donde no hay ni palabras ni abrazos, solo la libertad que te da una AK47.


Neta, de ser turista mexicano, me lanzo a California.


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