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  • Writer's pictureMiguel Esteva Wurts

demonios!

Neta, a mi eso de que si el demonio y toda esa onda, imaginar al chivo caminando sobre sus dos patas traseras, cuernos de carnero y las alas negras de angel caído, como que sí que me enchina los pelos de la nuca. Neta. O sea que cuando vi que durante el resumen que vi de la Convención del Partido Republicano se apareció una (aquí, si no hay equidad de género, no hay nada) demonio en la pantalla de mi MacBook Air sin que yo la hubiera invocado (aparte claro, de hacer el pentagrama con sangre de borrego y poner Paranoid de Black Sabbath en el tocadiscos), demonio vestido de pe a pa en rojo, y con una capa de maquillaje densa y espesa como imagino debe ser su sangre, me dije, no pues, esta batalla contra el mal ya la tenemos más que perdida. Por lo menos en el 2020.




Luego, y para acabarla de amolar, Lio diciéndole adéu al Barca. ¿Qué más necesitamos en este? ¿Godzilla en el Pacífico? ¿Desabasto de los tacos al pastor?


Creo que no se requiere más para confirmar que el fin esta cerca, amigous, el fin esta re cercass'… El 2020 ya acaparó todas las profecías del buen Nostradamus. De aquí al 3030 todo será perita en dulce.


Pero, regreso al demonio ataviado con ese vestido rojo, subiéndose al estrado, recibida por un podio vacío, adornado con un solo póster con esos dos nombres irrepetibles para cualquiera que no quiera descender círculos infernales. Si hubieran habido plantas en su camino, todas hubieran muerto a su paso. Así se paró, vestido entallado, sonrisa de minion, mascara goteando en gajos de sus pestañas, y con esa mirada negra y muerta invocando al más allá. Luego abrió la boca, doble dentadura de tiburón, lengua bifurcada, y es que desde el funesto paso de Il Duce por Italia, no veíamos tanto gesto, tanto manotazo de gaviota hambreada, tanta escupidera de sandeces peligrosas, tantas tomas de la cámara desde el piso, incrementando el tamaño del parlante. Era The Apprentice con nuestros destinos de por medio, y solo faltaba la imagen del engendro mayor riéndose a carcajadas y gritándonos, “You’re fired!”


Clarito se podía ver que por este demonio corre la misma vena maternal de Frau Goebbels. Vociferaba palabras al ruedo sin ningún sentido: ahí les va “libertad”, ahí les va “socialismo”, ahí les va “destrucción”, ahí les va “control”, ahí les va “futuro”. Todo lo decía con la vehemencia ritual de una danza macabra. Faltaba al que su vestido rojo, entallado hasta decir Duce, hubiera estallado en llamas.


Palabras más, palabras menos, más Chavez que Hugo.


Lo pior’, o bueno, lo más pior’ como dicen, es que todo esto recordaba los furibundos manotazos de quién ordenó quemar el Reichstag. Y sus oraciones, por el amor de todo lo que es sagrado, sus aseveraciones. Soy hija de una inmigrante de Puerto Rico, nos dijo, como que queriendo olvidar de que los ciudadanos de Puerto Rico son, bueno, ciudadanos de los EUA…, ok, maso, pero ciudadanos de pasaporte y todo. Pero argumentar que es hija de inmigrantes “latinoamericanos” es como decir que lo que te empaquetan dentro del papel aluminio en el Taco Bell de acá, no es un taco… ok, bueno, no es uno del Tizoncito, pero está envuelto en tortilla. Es confuso todo el asunto, pues.


Total, el demonio se dio a la tarea de sublevar a las masas con sus frases apasionadas, incendiarias, vacías de contenido. Más Castro que el mismo Fidel.

Un amigo, con esa contundencia que dan los chats privados lo dijo más claro: fea, gritona y bruta.


Peligrosa, agregaría yo. Pero yo qué sé.


Y luego se nos vino encima el balde de lo de Messi.


Necesitamos que los hechiceros y brujos de Catemaco se nos pongan buzos y sacudan sus hierbas para limpiar lo que queda de este año maldito. Pero ya.


Por suerte el día acabo con el video que subió Alondra de la Parra con el Danzón No. 2 de Arturo Márquez. Ya con eso sé que podemos llegar al 2021, y si no, bueno, ya recibiremos el final con la interpretación de una pieza guapachosa, fresca, contagiosa y sexy. Angelical, pues.

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