Cual entrenando para cuando sean meseros en el Delmonicos, o de perdida, cuando haya que acudir a un evento de esos ridículos de etiqueta rigurosa, acá les fascina eso de hacer que los chavos de la high school se vistan de tuxedo (‘esmoquin americano’ lo bautizan unos sitios, otros argumentan que el tuxedo y el esmoquin son muy distintos ) así que ayer le tocó a Nico el vestirse e irse a su baile todo de negro. Rentar el traje fue un evento importante para mi AmEx, ‘así que con la pena’ le explique a Nico, ‘con la pena pero no rentes zapatos, mejor te presto los míos negros, los que usaba cuando trabajaba en el despacho y que están bastante decentes a pesar de que Miki los uso en cuatro bailes, solo que necesito’ agregue como padre exigente que soy, y que desde acá escucho la risa sarcástica de AnaP, pfff exigente, ‘que les des una boleada para que no parezca que llevan seis años encerrados en el closet’. Tampoco pensé, yo que soy como Karl Lagerfeld de ícono en el buen vestir, que el calzar unos zapatos brillantes de charol hiciera la gran diferencia. Así que mientras veíamos el de las Aguilas contra los Vaqueros, Nico se puso a lustrarlos con una esponja que compré hace seis años, cuando apenas llegamos y pensé que usaría los zapatos negros casi tanto como uso mis huaraches. La esponja para lustrar por supuesto, estaba bastante seca, así que al verlo tallando los zapatos con fuerza, mi suegro nos explicó que brillaban mejor con la grasa de un jabón de calabaza, pero encontrar jabón de calabaza para lustrar zapatos acá en el HEB sería solo en el pasillo de brujería, porque se me hace que ese producto ya no lo comercializan desde la época de La Cenicienta.
top of page
bottom of page
Comments