Dante, Polanco, CdMx
Insuficiente la caminata de la Roma a Polanco para bajar el desayuno. Pero igual allí quedamos con el suegro, así que allí comimos. Más. Es caro, me previno Yina. No caro, lo que le sigue. Igual devoramos, que si tuétano, que si alcachofa envuelta, que si un ribeye, que si un cheese cake. Pero la comida se atascó con la cuenta.
Eno, Roma, CdMx
No habían pasado ni ocho horas de nuestro atasque de tacos, pero había que ir por la primera concha de azúcar, la quesadilla de flor. No es temporada de flor, nos avisó la mesera. Pero la concha de azúcar, el rancherito, los chilaquilitos, los frijolitos, el café, el ‘golden milk’ con el que ahora AnaP substituye su café. No hay nada malo en Eno. Nada.
El Charco de las Ranas, Mixcoac, CdMx
Miki estaba furioso. Debimos haber ido al Rincón, decía. El Capi nos recibió con que cerraban a las doce. Eran diez para las. Ordenamos cual si fuéramos apóstoles en la última. 70 tacos entre los 5 en menos de 12 minutos. Cuatro trompos de 60 kilos es lo que se consume en un buen día, nos dijo el mesero al entregarnos la cuenta. Al final, Miki se relamía los bigotes. We’ll be back, como dijo McArthur.
Bird Bakery, San Antonio, TX
Por si las costillitas no hubieran bastado, caímos en este lugar, famoso por sus cupcakes cremosos, densos, borbotones de harina, mantequilla, colesterol y demás delicias por las cuales claman mis arterias. Obvio no pedí un cupcake… obvio. Solo un café, le pedí al chavo, pero agrégale dos bolas de helado de vainilla para que floten encima. Nomás no aprendo.
Smoke Shack, San Antonio, TX
Fue decisión unánime de mis triglicéridos… sí, sí gritaron felices en unísono, ¡vamos! Tuvieron mal año los pobres. Olvidados y relegados clamaban por ser atendidos. Y vaya que se nutrieron, las costillitas cargadas de esa deliciosa grasa que se escurre, se adhiere, se acumula y organiza bloqueos. Pero mis papilas gustativas, felices ellas.
Pastiche, San Antonio, TX
Fuimos con los amigos a esta casa vieja convertida en bar a cuadras del centro y la Guinness “al tiempo”, los sillones, la musica a todo, las conversaciones a gritos, me hicieron visualizar mi triunfal regreso al ‘in crowd’ hasta que mi segundo trago fue un vaso con agua (sin hielo) porque ya no ando para pasar malas noches.
Cured, San Antonio, TX
El lugar estaba vacío, cosa que no prometía para un jueves decembrino a mediodía. Como dijo Javier, si el mesero le echara las mismas ganas al servicio que al cuidado de su bigote, estaríamos de gane. Pero no. La comida estuvo X. La ensalada de ‘betabel, aguacate y kale’ tenía un suspiro de los primeros, pero un mundo de kale, padre si eres conejo, que no somos. Creo.
Boiler House, San Antonio, TX
Éramos cuatro a cenar. Mientras esperamos a que la señorita de multiples anillos nasales y mirada de que no estaba con nosotros nos sentaba, vimos un Tomahawk Steak, de esos que solo le hace falta mugir. Lo ordenamos, lo calibramos, lo comimos, lo recordamos a las cuatro de la mañana. Aun así, de repetirse.
Spanky's, Lubbock, TX
Hay veces que un sitio solo tiene que cumplir. Comí aquí con mis cuates cuando fuimos a esquiar a Nuevo México, me dijo Miki mientras buscábamos otro en el Google. Era domingo, hora de misa, y no había nada abierto, mas que este o los fastfood tipo Wendy’s, y no estábamos para eso. Cumplió. Apenas.
Fleming's, San Antonio, TX
Siempre es rico ser consentido, que ni que, y cuando vamos, Christian nos apapacha, tratándonos como si fuéramos los únicos comensales en este excelente sitio de carnes tejanas. Estuvimos los cinco, cosa que se aprecia, ante la perspectiva de que sucederá cada vez menos. Muy buen lugar para estar juntos, es a lo que voy.
Clark's, Austin, TX
Como diría Poli, sí pero no. Quizá fue el precio, quizá la mesa y que nos tocó sentarnos afuera y el calor seguía del nabo, quizá el servicio. Los ostiones de primera, pero cada maldito molusco era como comerse billetes. Comimos rápido, con prisa, como si nos cobraran por tiempo sentados. Chance.
Hopdoddy Burger Bar, Austin, TX
La bronca de ir a un lugar múltiples veces es que te atascas con lo que te gusta, ignoras lo demás, como si no existiera. Hamburguesa de atún para mí, sus fabulosas papas descartadas por mis malditos triglicéridos. La cosa es que son de esos lugares que eran mejores en el mítico “antes” ¿saben?
Barrio Sur - San Angel, CdMx
¿Para que averiguar si ya sabes lo que te gusta? Esta es la pregunta, nada de ser o no ser… Acá no le experimento más allá de una ensalada Entrevero y la tira de asado. ¿Para qué buscarle tres pies, digo yo? La broncas es que ahora los triglicéridos mandan así que pedí el robalito al limón. Na’mal.
Ciena - Condesa, CdMx
¿Han tenido de esas experiencias en las que, desde que te sientan, todo es zen, recibimiento, meseros, lugar, tequila, sangrita -misma que, tal y como te lo prometen es de las que te retuerce la lengua-, la platicada, y que, sirvan lo que te sirvan, comas lo que comas, estas tan a gusto que la comida, por rica que este, es lo de menos?
Eno - Colonia Roma, CdMx
“¿Es el lugar donde las sillas son muy incómodas?”, pregunta mi papá. La verdad, no me fije. La barbacoa humea frente a mi, a un lado de unas tortillas recién levantadas del comal, de una salsita molcajeteada, de un jugo (naranja con toronja) recién exprimido por manos expertas y de un caldito de barbacoa que grita, aquí, aquí, aquí.
Pollos Río - CdMx
Anda Justino, ve diles que ya soy viejo, que me he portado bien, que si hay una sucursal de Pollos Rio allá, pues que me lleven de una vez. ¿Adivina qué pedimos? Me preguntó mi Mamá. Creo reconocer al de la moto que nos entrega el milagro envuelto en una bolsa de plástico. Lo demás, como dicen, es historia.
El Rincón de la Lechuza - CdMx
Hay relaciones que perduran, que aguantan todo, pleitos, recriminaciones, chismes, habladurías, malos domingos, baños sucios. ¿Qué es una tarde de malas tortillas cuando se tiene un mar de recuerdos con tacos derritiéndose en la memoria? Salsas, bistecs, rajas con queso. Que allí me entierren, entre lozas percudidas y salpicadas.
Pho Kim Long - San Antonio
Llevábamos buena racha con restaurantes indochinos, luego caímos en este. Estaba abierto un domingo en la tarde, cosa que acá ya es ganancia. Y no está caro, recalcó Gusano ilusionado antes de que nos trajeran la comida. Como dice Rice, nos despedimos de abrazo de la mesera. Primera y última.
Thai Dee - San Antonio
Sin duda los mejores sitios son los pringosos, ‘hole in the wall’. A un costado, la tienda de abarrotes asegura madrearse a quien estacione en ‘sus lugares’; la puerta es un tablón de madera; la obscuridad cubre la mugre de la mesa. Todo se olvida cuando llega el curry, el arroz, la ensalada. Eso es lo importante.
Twin Sisters Bakery & Cafe - San Antonio
La edad promedio de los comensales es cómo de Sara, la esposa de Abraham (la abuelita del Antiguo Testamento) chance por eso no les importa que la comida sepa a nada. A nada. Mi sandwich de pavo está desabrido, pero el pan seco. Ni los jalapeños pican. Hasta el agua tiene más sabor.
J. Alexander - San Antonio
El termostato marca -14C. Con mocos congelados, lo que nos pongan enfrente resulta irrelevante. La comida es como de VIPS en 1978, excepto con Parkas y precios como si fuera bueno. Pido atún sellado que no lo esta, pero que me como porque hay hambre. Lo mejor son las papas a la francesa.
Sushi Zushi - San Antonio
Fui con Gusano. AnaP anda en San Diego. Era (era) nuestro go-to lugar de sushi de acá. Pensamos podría reemplazar al WA de Insurgentes. Ajá. El sushi sabe como sabía el de los últimos días del Sushi-Itto, masticable. Aparte del luk’ y del mal servicio, el mesero tiene toda la facha de ser asesino en serie en sus ratos de ocio. Dormiré con un ojo al gato…
Chama Gaucha - San Antonio
Entiendes que estas en una fábrica: maquinaria aceitada a la perfección; trabajadores calibrados a atender hasta el más ínfimo detalle; alta calidad en el producto. Funciona perfecto. Los meseros entran, salen, sirven, atienden, sonríen, saludan. Todo embona, los cortes, el ‘salad-bar’, el sazón.
54th Street Grill - San Antonio
Es cadena, por lo que no me debería ni de molestar. Aun así, aquí estoy. Hay menos teles de las anticipadas, cosa que es bueno, pero el brazo híper tatuado de la mesera me llega. Sí, sí, no entiendo eso de los tatuajes. Cosa de edad, Miki me aseguró. La peor carne que he comido, dice AnaP. La mía estaba solo aburrida, no tan mala.
Swedish Hill Bakery - Austin
Si los Dioses se apiadan de mi persona, mi Valhalla personal será el que me depositen en una panadería como esta. La mantequilla del pan dulce acariciará mi lengua, los gránulos de azúcar bailarán sobre mis labios y el pan endulzará la memoria de mi paladar mientras me río de los pobres diablos, quienes como mi terrenal yo, luchan en esta tierra contra sus niveles de colesterol y triglicéridos.
Ramen Tatsu-Ya - Austin
Era ya medio tarde, el mar humor estaba para ya encontrar algo pronto. Desgraciadamente nos topamos con este,. Si entras de malas a un lugar y sales igual, de malas, algo hay. Así nos fue: entramos de malas, comimos de malas, no platicamos a gusto, y salimos igual de malas con el coraje de haber comido entre meh y mal..
Barn Door Restaurant - San Antonio
Neta, ni se nos había ocurrido ir y allí siempre ha estado. Fuimos porque Pepe insistió, quesque porque era bueno. le doy la razón. Es el restaurante de carnes de antes de que existieran las malditas cadenas y franquicias. Son botas vaqueras, papa al horno, t-bone. Nada ‘nouvelle cuisine’ aquí. Ahí va tu pedazo. Parada obligada.
Bovino's Churrascaria - San Antonio
O sea, está bien. Así. Llegamos poco pasadas las tres, acá es una hora perdida en el purgatorio. Llegamos pues, al comedero de las almas errantes, extraviados en el espacio de este lugar inmenso. El mesero, nuestro conductor al más allá, se desvivió de amable. Nuestro Caronte remando la barca llena de reses muertas.
Ostra - San Antonio
Hay veces que solo quieres no hacer nada, vagar por el rio, ver que te encuentras hasta que te ataca el hambre. Desgraciadamente nos llegó a un lado de este sitio: la ‘hostess’ nos llevó a la mesa con una flojera con la que contagio a la mesera y que era obvio que compartían con los cocineros. La comida, como todo, de flojera. 🤢
Trident Booksellers & Cafe (Boston)
Vivo protegido en un cascarón, me queda claro, pero es la primera vez que deguste huevos revueltos con salmón ahumado con bagel. Y cebollín, me recuerda AnaP, y cebollín. Tantos años desperdiciados, pienso, sin huevos revueltos con salmón ahumado (y cebollín). Ahora Gusano se queja, ¿otra vez?, se queja. Hágame usted el mentado.
EZ's - San Antonio, TX
Si Marty McFly anduviera volando en su hoverboard por acá, terminaría en EZ’s nuestro sitio local que nos hace sentir como parte de los 50’s gringos. Claro, a precios actuales. Los re-fills de los chescos son gratis, supongo es ganancia. Es nuestro Rincón de acá, sin los tacos. Ni el sabor.
Thai House - San Antonio, TX
Yina diría: igual una trapeadita no le caería mal. La ubicación tampoco no es un winner, la chela meh’, pero esta obscuro y lo pringoso del piso se olvida rápido con el wonton, y la ensalada ‘go-to’, la Yum Nua. Vamos, hemos ordenado otras cosas, pero ¿para qué retar a los dioses?
O sea, sí. Está bien, pero como dicen acá, nada para ‘escribir a casa’. Eso no quita que cerdito, si soy. Devoro el medio pollo rostizado, pero con eso del colesterol, me mido y pido ensalada en vez de papas . No’s lo mismo. La música es la que se asocia con Paris, pero que ningún Parisino, ni muerto, escucha..
Washington DC, nieva y hace un frío del cocol. Estamos en el Museo del NatGeo, exhibición acerca del Everest. Tenemos hambre. AnaP localizó un peruano, nueve minutos a pata, nos previene. Lo que se encontró fue un milagro. Ceviche, plátanos fritos, leche de tigre. El mero recuerdo me provoca conglomeración de saliva bucal.
Supongo es mi malinchismo (en inglés-malinchism) pero todo me parece mejor allá que acá. Neta. Pero los mejillones a la catalana (pido el tamaño cubeta Bodega Aurrera, porque ¿por qué no?) no tienen ancestras (y de tenerlas, igual me las hubiera comido). Vienen con ‘chorizo’ que balancea muy bien mi colesterol.